La exposición de nuestro organismo al sol es esencial para prevenir la carencia de vitamina D la cual fortalece los huesos y el sistema osteomuscular. Sin embargo, basta con un corto tiempo de exposición en horas seguras (antes de las 10 am o después de las 18 horas en verano) para la producción de esta esencial vitamina ya que una exposición excesiva, sin protección a la radiación ultravioleta (RUV) causan daño agudo y crónico a nuestro organismo.
Daño agudo
La radiación UVB es la principal responsable de la aparición de:
- Eritema (enrojecimiento).
- Edema.
- Ampollas.
Mientras que la radiación UVA es la responsable de la aparición de:
- Fotoalergia.
- Fototoxicidad.
- Bronceado.
Daño Crónico UVB+UVA
La exposición a ambos tipos de radiación son las causantes de:
- Fotoenvejecimiento.
- Inmunosupresión local y sistémica inducida por la RUV.
- Daño al ADN.
- Aparición de lesiones premalignas como la Queratosis y Queilitis actínica.
- Aparición de lesiones malignas como el Carcinoma Basocelular, Carcinoma Espinocelular y el Melanoma.