Debido a la pandemia, con el auge del teletrabajo y las clases virtuales, ha aumentado de manera considerable el tiempo que pasamos frente a la pantalla del computador, sin contar el tiempo que nos exponemos al televisor con los maratones de Netflix y otras plataformas de entretención. Aunque ya, previo a la pandemia, pasábamos muchas horas frente a la pantalla del celular y del computador jugando o haciendo vida social.
Estamos en una era de pantallas, por lo que, estamos más expuestos a un tipo de radiación conocida como luz visible y que, del mismo modo que la RUV, afecta de modo negativo la salud de la piel.
¿Qué es la luz visible? El ojo humano es capaz de detectar, dentro del espectro electromagnético, una parte limitada de radiación que oscila entre los 400 y 700 nanómetros. Esta parte diminuta es la luz visible. Si bien, el sol produce luz visible, también es producida por ampolletas y pantallas de artefactos electrónicos. De la luz visible emitida por los dispositivos electrónicos, el 25% es luz azul.
¿Cómo afecta la luz azul en la piel?
La luz azul resulta ser muy dañina para la piel y los ojos, particularmente debido a su capacidad de penetrar y alcanzar capas más profundas. Si bien, estamos expuestos de manera cotidiana a este tipo de luz, la sobreexposición a ella, sobreexposición que se produce sobre todo cuando estamos frente a las pantallas de nuestros dispositivos electrónicos, resulta peligrosa para la salud cutánea. Para entender el punto, la luz azul puede penetrar la piel hasta llegar a capas más profundas que las que alcanzan los rayos UV, provocando un daño preocupante a nivel celular. Debido a esto, se aconseja usar siempre un fotoprotector de amplio espectro para prevenir el efecto de la luz azul en la piel.
Algunos de los efectos de la luz azul en la piel son:
Envejecimiento prematuro
El envejecimiento prematuro es producto de la exposición a la RUV y a la luz azul, aunque existen otros factores externos como la contaminación, el tabaquismo y la alimentación, que también pueden contribuir, y se evidencia en la pérdida de firmeza de la piel y la aparición de arrugas, a causa de que este tipo de luz altera la estructura de los fibroblastos, que tienen como función estimular la producción de colágeno. Además, la luz azul tiene un efecto inmediato en la formación de radicales libres y este tipo de moléculas inestables ocasionan daños a nivel de la matriz extracelular provocando, también, el envejecimiento prematuro de la piel.
Aparición de manchas en la piel
Los melanocitos son células que se encargan de producir melanina y, la sobre exposición a la luz azul estimula su activación, lo que lleva a que éstos produzcan más melanina de la habitual. Este incremento de melanina deviene en la hiperpigmentación, que no es otra cosa que la aparición de manchas más oscuras en la piel. Son más proclives a sufrir de hiperpigmentación la gente con fototipos más oscuros, embarazadas y personas que se hayan hecho un peeling. Las manchas producidas por la luz azul duran más que las producidas por la RUV.
Aparición de arrugas en la piel
La piel expuesta a la luz azul pierde firmeza y elasticidad, con lo que se vuelve más propensa a arrugarse. Esto se debe a que la luz azul provoca que las enzimas conocidas como metaloproteinasas, pierdan el control y destruyan la matriz extracelular. Este proceso destructivo genera una degradación del colágeno y la elastina.
Deshidratación
Sabemos lo difícil que es conservar la hidratación de la piel y la luz azul, lejos de ayudar en este proceso, atenta contra la capacidad que tiene la piel de mantenerse hidratada, ya que, provoca una disminución de la función de las aquaporinas, canales que permiten la entrada de agua a la piel, que se encargan de mantener los niveles de hidratación de la piel, lo que provoca que la piel pierda la capacidad de conservar el agua, que se traduce en la pérdida de la firmeza, la luminosidad y la elasticidad.
Alteración del sueño
Una de las primeras indicaciones que se les da a las personas que desean conservar una higiene del sueño adecuada, es el evitar exponerse a pantallas antes de dormir. Esto es porque, el usar dispositivos electrónicos por un tiempo prolongado, sobreexcita al cerebro. Sabemos, por lo demás, que no dormir el tiempo necesario, afecta la condición de la piel.
Por todo lo anterior, debemos procurar no sobreexponerse a las pantallas y, de hacerlo, siempre debemos procurar utilizar un fotoprotector de amplio espectro, ya que, nos protegerá de los daños ocasionados por la luz azul.