daño suberitemal
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Daño suberitemal: un daño invisible para la piel

El daño solar va mucho más allá de las quemaduras. Incluso cuando no ves enrojecimiento, tu piel está sufriendo un ataque constante por parte de los radicales libres, moléculas inestables que dañan nuestras células.

El daño suberitemal es un término que se utiliza para referirse al daño celular o tisular que se encuentra por debajo del umbral necesario para producir síntomas clínicos evidentes o lesiones visibles en la piel. Por lo tanto, es un daño provocado por la exposición a RUV que es silencioso, acumulativo y que puede llevar años en manifestarse.

Los rayos ultravioletas (UV) del sol son una de las principales causas de la producción de radicales libres en nuestra piel, sin embargo, la contaminación es otro factor que puede generarlos. Cuando la piel se expone a los rayos UV, estos pueden romper las moléculas de las células de la piel o se desencadena una reacción en cadena que genera estas moléculas inestables y altamente reactivas provocando daño a nivel celular, contribuyendo al envejecimiento prematuro y el cáncer de piel.

¿Qué papel juegan los radicales libres?

Los radicales libres, aunque pueden ser perjudiciales para nuestra salud, también cumplen funciones importantes en nuestro organismo. Es como una moneda con dos caras: una que nos beneficia y otra que puede causarnos daño.   Algunos de sus beneficios son que los radicales libres juegan un papel crucial en la respuesta inmunitaria ya que ayudan a destruir bacterias, virus y células cancerosas, ayudan en la señalización celular y participan en la Apoptosis (muerte celular programada).

El problema de los radicales libres surge cuando hay un exceso de ellos o cuando nuestro cuerpo no tiene suficientes antioxidantes para neutralizarlos. Este desequilibrio se conoce como Estrés oxidativo, el cual daña nuestras células y tejidos, acelera el envejecimiento y genera enfermedades crónicas.

La teoría de un Valor Umbral de Radicales Libres (FRTV) propuesta por un grupo de investigadores postula que este valor es una constante universal que define el límite en el que los efectos beneficiosos de los radicales libres en el cuerpo humano se convierten en perjudiciales.

Se ha considerado como límite crítico 3,5 x 102 es decir 46,7 J/m2.  Muy por debajo a la Dosis de Eritema Mínimo (DEM) que es un parámetro que define la cantidad mínima de radiación ultravioleta necesaria para producir eritema (Enrojecimiento) en una persona. En personas de piel clara es de 200 J/ m2 mientras que en pieles morenas es de 500 J/m2.

¿Cuáles son los principales efectos del daño suberitemal?

  • Envejecimiento prematuro de la piel: El daño suberitemal acelera el proceso de envejecimiento de la piel, causando:
    • Arrugas: La radiación UV degrada el colágeno y la elastina, proteínas esenciales para la elasticidad y firmeza de la piel.
    • Manchas: Se producen hiperpigmentaciones debido a un aumento en la producción de melanina.
    • Pérdida de elasticidad: La piel se vuelve más flácida y menos tersa.
  • Aumento del riesgo de cáncer de piel: Aunque el eritema es una señal de alerta, el daño suberitemal también puede contribuir al desarrollo de cáncer de piel, especialmente el melanoma, el tipo más peligroso.
  • Supresión del sistema inmunológico de la piel: La radiación UV puede debilitar la capacidad de la piel para combatir infecciones y otros daños.

 

Protección solar más allá del FPS: La importancia de los fotoprotectores de amplio espectro que contenga antioxidantes

La fotoprotección de amplio espectro con antioxidantes se ha convertido en un pilar fundamental en el cuidado de la piel, especialmente para prevenir el daño suberitemal. Esta combinación ofrece una protección más completa contra los efectos nocivos de la radiación ultravioleta (UV) y otros factores ambientales que dañan la piel.

La combinación de un protector solar de amplio espectro FPS 50+ y PA++++ con antioxidantes en su composición crea un efecto sinérgico que ayuda a  que la protección sea mayor que la suma de los efectos individuales.

El fotoprotector actúa como una barrera física que impide que los rayos UV penetren en la piel y química absorbiendo la energía del fotón para este no dañe la piel.  Los antioxidantes por su parte neutralizan los radicales libres producidos por la radiación UV que logra atravesar la barrera del protector solar.

TIPS

Tu piel te agradecerá:

  • Usa protector solar con antioxidantes todos los días del año.
  • Reaplica el fotoprotector al menos 3 veces al día
  • Utiliza ropa protectora
  • Consume alimentos ricos en antioxidantes.
  • Evitar el consumo de tabaco.
  • Maneja tu estrés
  • Ayuda a reducir la contaminación para evitar la formación de radicales libres.

Recuerda siempre el concepto de daño suberitemal, es decir, que el daño se produce antes de que visible a los ojos.

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