En Chile, el cáncer de piel no es solo un problema de salud; también genera un fuerte impacto económico y social para trabajadores, empresas y el sistema laboral. Más allá de la mortalidad, la enfermedad implica pérdidas de productividad, gastos médicos y deterioro de la calidad de vida. Conoce aquí más sobre el costo de no protegerse del cáncer de piel.
Costos para las empresas
- Ausentismo y licencias: tratamientos prolongados y recuperación reducen la disponibilidad del personal.
- Productividad: la disminución del rendimiento afecta la continuidad operativa.
- Cumplimiento normativo: la Ley N° 20.096 obliga a proporcionar equipos de protección personal (EPP) y medidas de control; su incumplimiento puede acarrear multas.
- Inversión en prevención: capacitaciones y EPP representan un gasto inicial, pero evitan sanciones, enfermedades profesionales y la pérdida de capital humano.
Costos para el trabajador
- Gastos médicos: cirugías, terapias y rehabilitación pueden ser onerosos.
- Pérdida de ingresos: períodos de incapacidad reducen el salario.
- Impacto psicológico y familiar: la enfermedad crónica afecta la estabilidad personal y el bienestar del entorno cercano.
El ROI de la prevención
Invertir en fotoprotección es una estrategia de sostenibilidad laboral:
- Reduce ausencias y mejora la productividad.
- Fortalece la cultura preventiva de la empresa
- Cada peso gastado en EPP, capacitación o campañas educativas evita costos mucho mayores en tratamientos, licencias y multas.
Conclusión
El cáncer de piel conlleva un costo económico y humano que ninguna organización puede ignorar. Cumplir con la normativa y proteger a los trabajadores no solo es legal, sino que asegura continuidad, bienestar y reputación. La fotoprotección diaria es una inversión rentable: cuida la salud del equipo y protege el activo más valioso de cualquier empresa: sus personas.
Cuidar la piel es cuidar el futuro.
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