Si bien, se recomienda el no exponerse al sol innecesariamente cuando la radiación solar presenta índices altos, lo que ocurre en las estaciones más calurosas como primavera y verano, entre las 11 y las 16 hrs., sabemos que en muchas ocasiones es imposible evitarlo, por lo que, en estos casos, debemos tomar todas las medidas necesarias para reducir el impacto de la radiación ultravioleta en nuestro organismo. Tampoco se recomienda la exposición al sol prolongada en las estaciones de otoño e invierno, porque si bien el índice UV es menor en estas estaciones del año, en Chile en muchas regiones el índice UV sobrepasa el valor 6, o sea es nivel alto, todo el año.
Los efectos de exponerse al sol por periodos de tiempo prolongados van desde la aparición de eritemas solares, la reducción de la capacidad del sistema inmunológico, la mutación del ADN, hasta el desarrollo de algún tipo de cáncer cutáneo como el carcinoma de células espinosas o carcinoma espinocelular, el carcinoma de células basales o carcinoma basocelular y el melanoma, siendo este último el que posee el peor diagnóstico por ser el más agresivo.
Algunas medidas que sirven para proteger la piel cuando debemos exponernos al sol son el uso de ropa adecuada (con filtro UV, material denso) que cubra brazos y piernas, llevar sombrero de ala ancha, utilizar lentes con filtro solar y aplicarnos un fotoprotector de amplio espectro.
Fotoprotectores: ¿cuáles existen?
Actualmente, podemos encontrar en el mercado una variedad de fotoprotectores, por lo que, no es extraño que tengamos dudas respecto de cuál es el más apropiado para nuestra piel o cuál es el más efectivo.
Los fotoprotectores se dividen en:
Fotoprotector físico o también llamado Fotoprotector con filtros minerales
Actúan como pantallas solares funcionando en un amplio espectro, reflejando la radiación UV, visible e infrarroja. Al no absorberse implica una ventaja ya que no pasa a la circulación sistémica, por lo que son recomendables para niños, personas alérgicas a los protectores químicos, pieles con dermatitis, delicadas o con cicatrices.
Entre sus ventajas está el hecho de poseer una buena cobertura de la piel y que no deben aplicarse con un tiempo de antelación particular.
Fotoprotector con filtros químicos
Los fotoprotectores con filtros químicos tienen la característica que estos filtros interactúan con el fotón de radiación ultravioleta. Cuando el fotón incide en la piel protegida, la molécula del filtro químico absorbe la energía del fotón, y la transforma en calor que se dispersa, quedando de esta manera un fotón con menos energía que no hará daño a la piel. Este tipo de fotoprotectores puede cubrir incluso hasta la luz visible y la radiación infrarroja.
Se pueden encontrar en formatos de crema, loción y gel. Su textura es fluida, lo que facilita la aplicación y absorción de los activos adicionados. No es recomendable para niños menores de 2 años, personas de piel sensible o que tengan alguna alergia a los químicos que los componen. Debe aplicarse 30 minutos antes de exponerse al sol.
Activos en los fotoprotectores
Un fotoprotector es un producto que contiene: filtros, activos y preservantes.
Los filtros pueden ser físicos (minerales) o químicos (orgánicos, químicos) y son los compuestos que filtrarán la radiación ultravioleta para que no dañe nuestra piel.
Los activos, son compuestos que se agregan a los filtros y su función es aportar con otras acciones que benefician la piel. Hay distintos activos para distintas funciones. Algunos de ellos actúan como “Boosters” ya que están presentes en un mayor porcentaje, intensificando su función. Como ejemplos de activos que se adicionan a los filtros están:
Antioxidantes: Atrapan los radicales libres que se producen por la radiación solar. Ejemplos de ello son las vitaminas A, C, E.
Hidratantes: aportan hidratación a la piel
Antiinflamatorios: Como la avena y el extracto de manzanilla que disminuyen la inflamación cuando hay eritema
Color: Compuestos que aportan color al producto para evitar el uso de base de maquillaje especialmente en verano
Estimulantes de la función de reparación del ADN del núcleo de la célula: Un activo que cumple esta función es el extracto de té verde.
Protección del fotoenvejecimiento: los antioxidantes ayudan a prevenir el envejecimiento. Hay otros compuestos que cumplen también esta función.
Beneficios de usar un fotoprotector
Existen varios beneficios asociados al uso de fotoprotectores, entre ellas destacan:
- Retrasar el proceso de envejecimiento: se sabe que la mayor causante del envejecimiento celular es la radiación UV, por lo que, el uso de fotoprotector ayudará a prevenir el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas por hiperpigmentación, arrugas, etc.
- Proteger al sistema inmunológico: la radiación ultravioleta es inmunosupresora, o sea, disminuye la eficiencia de nuestro sistema inmune para defendernos de infecciones.
- Prevenir la mutación del ADN: la radiación UV daña directa e indirectamente al ADN del núcleo de las células de la epidermis. Un fotoprotector usado en forma regular ayuda a disminuir el daño al ADN y con ello, disminuir el riesgo de cáncer de piel.
- Evitar el desarrollo de cáncer cutáneo: existen diversos tipos de cáncer asociados a la exposición al sol, por ello, resulta crucial proteger la piel de esta amenaza.
En Sunwork contamos con una completa línea de fotoprotectores que reducirán los efectos de la exposición al sol por periodos prolongados y en situaciones de alta exposición, ya sea por razones laborales o recreativas. Visita nuestro sitio y escoge el producto adecuado a tus necesidades.
