En la actualidad, conocemos un poco más de información sobre las consecuencias que conlleva exponerse a la RUV por periodos de tiempo prolongados sin contar con las medidas de protección adecuadas para proteger nuestra salud.
Algunos de los efectos nocivos que tiene la RUV sobre nuestra salud van desde la aparición de eritemas o quemaduras solares, fotoenvejecimiento de la piel, cáncer de piel y el desarrollo de diversas patologías en los ojos tales como pterigión, cataratas y otras.
Sin embargo, la RUV también ocasiona un daño que involucra a nuestro sistema inmune y sobre éste se conoce aún poca información, sin embargo, es importante. Acerca de esto, los científicos han descubierto que la RUV puede suprimir el funcionamiento del sistema inmunológico del cuerpo y las defensas naturales de la piel. Esta, de manera natural, tiene la capacidad de protegerse de los invasores extraños, como cánceres e infecciones, pero esta capacidad que tiene la piel de cuidarse se ve afectada negativamente cuando nos exponemos a la radiación UV, debilitando el sistema inmunológico.
En el caso de los pacientes que sufran de enfermedades autoinmunes, estas parecen intensificarse debido a la sobreexposición a la luz solar, por lo que es recomendable que no se expongan a la radiación UV en horarios en que ésta alcance niveles alto o peligrosos, además de utilizar todas las medidas de fotoprotección posibles como el uso de un fotoprotector de amplio espectro, lentes de sol con filtro UV, sombrero y ropa que cubra la piel.
Por ello resulta importante preguntarnos ¿de qué manera afecta la RUV a los pacientes inmunocomprometidos?
¿Cómo afecta el sol al sistema inmune?
Pese a la escasa información que manejamos acerca de este tema, en la actualidad existe toda una nueva rama de la inmunología orientada a estudiar los efectos de la RUV sobre el sistema inmunológico. Esta rama recibe el nombre de fotoinmunología.
Esta rama de la inmunología se remonta a 40 años atrás que fue cuando se descubrieron algunos efectos de la RUV sobre el sistema inmune. La RUV no sólo agrava algunas enfermedades infecciosas, sino que ejerce un efecto promotor sobre el desarrollo de cánceres cutáneos.
Otro de los descubrimientos que se han hecho en este campo es que la RUV es capaz de activar en las células de la piel, la producción de mediadores inmunitarios o citoquinas. Algunas de ellas regulan el número y la diferenciación de las células T en un subtipo de linfocitos denominados “T reguladores”. Se asocia el alza en el número de estas células con fenómenos de inmunodepresión, lo que favorece el desarrollo de tumores y las infecciones por virus.
Por ende, si esto sucede en un sistema inmunológico saludable, en un paciente inmunocomprometido puede causar consecuencias aún más graves. Por esta razón, es aconsejable que las personas con un sistema inmunológico comprometido no se expongan a niveles de radiación UV altos o peligrosos y, de no poder evitar esta situación, agoten todas las medidas de protección que conocemos como es el uso de un fotoprotector de amplio espectro, sombrero y ropa que cubra su piel.
En el caso del fotoprotector, existen algunos que cuentan con fórmulas que, además de proteger la piel de eritemas, fotoenvejecimiento y el desarrollo de cáncer y tener activos que ayudan a reparar los daños que ocasiona el sol en la piel, cuidan el sistema inmunológico.
A pesar de los efectos adversos que tiene la RUV sobre el sistema inmunológico, algunos efectos inmunorreguladores de los UV resultan beneficiosos para la salud, porque favorecen la tolerancia a los antígenos de contacto y modulan las reacciones autoinflamatorias o autoinmunitarias. Pese a que los mecanismos que intervienen en la inmunosupresión inducida por los UV se conocen cada vez mejor, aún existen varias preguntas sin resolver al respecto. Se sabe, sin embargo, que los rayos UVA participan en estos mecanismos inmunosupresores, ya que su relación ha sido demostrada en los experimentos de restauración de la respuesta inmunitaria tras la aplicación de filtros solares.
Si bien la RUV es imprescindible para varios procesos vitales en nuestro cuerpo y tiene una acción positiva en relación a los mecanismos inmunosupresores, la sobreexposición a esta, tanto de personas con un sistema inmunológico estable como en el caso de pacientes inmunocomprometidos, tiene consecuencias adversas para la salud de nuestra piel, nuestros ojos y nuestro sistema inmune.
Si quieres saber más sobre este tema y otros, lee nuestro blog.